Conclusiones

 


La RSE es un compromiso integral y voluntario y su objetivo es contribuir activamente al desarrollo social, económico y ambiental. La Rse y la sostenibilidad van de la mano ya que este actúa como un canal para aplicarla integrando prácticas responsables tanto para el medio ambiente, la comunidad y la economía. Además cabe destacar que el comportamiento de los consumidores ha obligado a las empresas a adoptar una visión más ecológica lo que los hace utilizar un “marketing verde”,  una estrategia clave, enfocada tanto en procesos productivos como en campañas de concienciación social y ambiental.
Por medio del ejemplo de Polaris nos damos cuanta que existe esa unión entre la sostenibilidad y la productividad ya que su planta geotérmica en Nicaragua es un modelo de energía limpia, inclusión comunitaria y desarrollo sostenible. Destacando por su innovación financiera mediante bonos verdes, garantizando transparencia e impacto ambiental positivo.

En conclusión, la conservación del entorno natural no solo es tarea de gobiernos o especialistas, sino de toda la sociedad. Acciones simples como ahorrar agua, usar menos energía, reciclar y consumir de manera responsable pueden tener un impacto colectivo positivo. El crear conciencia desde edades tempranas y a través de los medios es vital para generar una cultura de responsabilidad ambiental.

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